Gines Pinte 501, Junín de los Andes Argentina, Neuquén.
Su arquitectura neogótica manifiesta la unidad entre las diversas culturas que componen la sociedad en Junín de los Andes y toda la Patagonia Argentina, valorizando las originarias que durante tanto tiempo fueron subestimadas. Esta regionalización del templo no es más que el deseo de plasmar materialmente el ruego de Jesús: "Que todos sean Uno."
Ingresando al templo se observa la influencia gótica en su bóveda de arcos apuntados. El espacio logrado, a escala humana, da sensación de cobijo. El gótico toma el arco apuntado de los musulmanes, que lo utilizan en su forma plana. Sin embargo se puede leer este arco también en varias formas de la naturaleza, por ejemplo la hoja del pehuén. Cerca de la entrada, a la izquierda, se encuentran los restos del Padre "Patiru" Domingo Milanesio. El monumento posee un bajorrelieve del escultor neuquino Emilio Saraco, con un recordatorio.
En el piso del templo se dibuja un camino desde el acceso hasta el altar y el sagrario, con dos brazos laterales, formando una cruz con eje en el presbiterio. Jesús dice: "Yo soy el Camino". Los primeros cristianos se denominaban "Los del Camino". En el lenguaje de símbolos mapuches la guarda que compone el camino se escribe con dos diagonales que se cruzan y la cruz en el centro. Se puede leer: Cristo es el Camino. Nótese que el camino está marcado por triángulos que forman un serrucho.
En las paredes interiores, telares con diversos motivos abrazan el templo. Artesanas tejedoras del lugar los han trabajado con lanas naturales teñidas con raíces a su usanza.
La zona del presbiterio se expresa en una plataforma circular, a la que se puede rodear. En el centro de esta plataforma se celebra el misterio de la Misa.
"La Piedra Fundamental es el mismo Jesucristo"
Cuatro piedras son las bases del sagrario, el altar, el ambón y el cirio pascual. Al ver nuestro entorno podemos observar que las piedras tienen una presencia muy fuerte en el paisaje. Talladas por el viento y el agua del Lago Huechuláfquen a través de los siglos, estas piedras componen ahora el espacio de la celebración. El apóstol Simón, llamado Pedro (piedra) por Jesucristo; el sufijo "curó" (piedra) en los nombres de los antiguos de la zona; la piedra negra de la Kaaba, en la religión islámica; son solo algunos ejemplos de la gran importancia de la piedra en las creencias y los ritos religiosos de todos los pueblos.
En el sector del sagrario y en el acceso al templo se arma un lugar con plantas naturales y agua como símbolo de vida, y purificación. Con la presencia del cirio encendido, se materializan los cuatro elementos de la creación (fuego, tierra, aire y agua).
El Cristo crucificado y resucitado, luminoso en su transparencia, muestra claramente que se llega a la Resurrección a través de la Cruz. Su rostro, su tipo corporal y su vestimenta reproducen los típicos de la cultura mapuche. Se encuentra suspendido, claramente resucitado, sobre una cruz. La misma está construida a partir de una geometría cuadrada, símbolo de los cuatro mundos de la cosmovisión mapuche del universo. Jesucristo, a través de su cruz, asume todo el universo y todas las culturas. transformándolas y recreándolas por medio de la resurrección.
Las fachadas Este, Oeste y Sur llevan guardas en cerámico con los motivos del pez, el Lanín y Cristo-Camino. Se representa el Lanín como la montaña Sagrada, el Tabor: y el pez, contraseña de los primeros cristianos perseguidos. Las letras de la palabra PEZ en griego, son las iniciales de Jesús Cristo de Dios, Hijo Salvador.
La torre ya es un hito en esta ciudad. Su cúpula colorada se ve desde distintos puntos de la misma y es el primer elemento que se divisa al ingresar por la ruta. El color y su forma ya son parte de la memoria colectiva del lugar. Cuatro círculos se abren en la cúpula para emanar la luz de una baliza que lleva en su interior. Las franjas de guardas y revoques horizontales refuerzan la imagen del faro marino para testificar que la profecía del Patiru Domingo Milanesio hoy se está haciendo realidad: "Nuestra misión en Junín de los Andes, será como un faro, que expandirá su luz evangélica a centenares de millas de distancia".
Arq. Alejandro SANTANA Proyecto y Dirección de Obra
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