Juan Bosco tenía una concepción integral de la educación, ya que la creía como la responsable del desarrollo íntegro de la persona, y que a través de ella se obtenía el potencial de cada uno. Es así que, “Don Bosco consideraba que cualquier situación en la que él entraba en contacto con la gente joven era una situación educativa” (Lenti, 2012:76). Bajo esta filosofía, estableció cuatro pilares que
sustentan la pedagogía salesiana :
CASA
Lugar en el que se genera una relación de confianza y donde se realiza una apuesta fuerte a todo lo que genera sentido de pertenencia y construcción de la comunión entre las personas.
ESCUELA
Lugar donde se transmiten valores que ayudan a la madurez humana de los jóvenes. Un ámbito en el que se reciben conocimientos, pero a la vez se promueven actitudes que ayudan a la búsqueda del propio desarrollo y de un compromiso con el bien común.
PARROQUIA
Lugar en el que todas las actividades e intervenciones se plantean desde una visión trascendente de la vida. La persona, el mensaje y la Pascua de Jesucristo son el centro que impulsa la acción salesiana.
PATIO
Es el espacio de juego, de tiempo libre, de encuentro entre amigos, pero que a su vez es la oportunidad de crecimiento, dado que los jóvenes y niños se sienten a gusto y asimilan las maneras sanas y constructivas de vivir y vincularse con otros.
Siguiendo esta pedagogía salesiana es que llegaron los primeros misioneros a nuestro país. Hoy después de casi 150 años la congregación cuenta con una gran cantidad de sitios destinados a la formación de los jóvenes.
Recorre el país con
Novedades
dom, 09 oct - Ciudad del Vaticano
Canonización de Artémides Zatti
Artémides Zatti (Italia, 1880 – Argentina, 1951) fue un enfermero y religioso salesiano, que durante cincuenta años se dedicó a la atención de los pobres y enfermos de Viedma, Río Negro.
Allí dirigió uno de los primeros hospitales de la Patagonia argentina, que hoy lleva su nombre.
En 2002 fue declarado beato de la Iglesia católica.
El pasado debe ser maestro del futuro
Don Bosco