Güemes 151, Bahía Blanca, Buenos Aires.
Con el traspaso de la Catedral Nuestra Señora de la Merced a los diocesanos, los salesianos vieron la necesidad de erigir un templo para su numeroso alumnado. El P. Miguel Borghino, convencido de las palabras de Don Bosco al final de su vida: “Todo lo hizo María”, puso manos a la obra y encargó el proyecto al arquitecto Guido Buffalini.
Fue construido por Juan José Esandi. En 1912 se iniciaron las obras, se bendijo y se colocó la piedra basal. En 1913 se montó el techo, se bendijo el templo terminado y se lo abrió al culto. Los constructores fueron el Sr. Zuntini para la carpintería metálica y el Sr. José Esandi en la mampostería.
El padre Borghino fue sustituido por Alejandro Stefenelli que, con el dinero de la indemnización de la Escuela Agrícola del Alto Valle, expropiada por el Gobierno Nacional, terminó el campanario de la iglesia.
En 1925 se consagraron 3 altares de mármol: el mayor dedicado al Sagrado Corazón de Jesús, otro dedicado a María Auxiliadora y el último dedicado al patriarca San José. El mismo día se hizo pública la incorporación de la Iglesia del Colegio a la Basílica Vaticana, privilegio concedido por el Papa Pío XI en atención a los méritos relevantes adquiridos en la celebración del Congreso Salesiano del Sagrado Corazón.
El hermoso órgano “tubular”, inaugurado y bendecido el 7 de mayo de 1921 por Mons. José Américo Orzali, Obispo de Cuyo, se incendió en la noche del 19 de diciembre de 1954, como consecuencia de un cortocircuito. Gracias a una suscripción popular pro-órgano, se sustituyó con uno electrónico, el 2 de marzo de 1955, y se restauró el templo.
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